Colectivo de mozos de coro Durango

Mozos de coro de la catedral de Durango

Inquietos, traviesos, regañados¹... muy pequeños y ya mayorcitos ¡Ah, pero qué bonito cantaban! Y tocaban,² y estudiaban, y ayudaban a decir misa, y barrían, y abrían la puerta ³... todo eso hacían los mozos de coro de la catedral de Durango, eso sí, vestidos con su sotanita roja. ¿Te imaginas cuánto los valoraban? ¿Y cómo se sentirían cuando cambiaban de voz y ya no podían cantar? ¡Era el día más triste de su vida! Claro que podían seguir tocando un instrumento y enseñar a otros niños.⁴ O ir al seminario⁵ a formarse como sacerdotes o en la Universidad como licenciados. ¿Te sorprendería saber que muchos llegaron a ocupar puestos con grandes responsabilidades dentro de la catedral? Así que la tristeza desaparecía mientras se convertían en músicos,⁶ sochantres ⁷, maestros de capilla ⁸ o burócratas.